La nocturnidad se hace tan difícil
con un cansancio que no descansa
con una fatiga que no se apaga
con ese fuego que aún arde
que recorre mi ser; recordándote...
Y la ausencia se hace notar
y ya no puedo verte
y despierto, aún antes de dormir
con un tibio sudor,
que prontamente
se vuelve frío
Y tus manos no están
y ya no puedo sentirte
y tu noche ya no es mía
y la angustia me ensombrece
y en mi mente retumban
gritos desesperados, diciéndo
¡POR FAVOR, VUELVE!
asi
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu opinión, frase o reflexión...